Diez de los 600 inmigrantes que saltaron la valla fronteriza de Ceuta el pasado 26 de julio han sido detenidos este martes acusados de pertenencia a organización criminal, daños y atentado a la autoridad, según han informado fuentes de la Guardia Civil. Los arrestados se encontraban en el CETI (Centro Estancia Temporal de Inmigrantes) de la ciudad española del norte de África desde el día del salto, en el que 132 migrantes y 22 agentes del instituto armado resultaron heridos.
Uno de los detenidos, al que los investigadores consideran una de las personas que lideró el grupo más violento del salto de la valla, intentó agredir a los agentes que fueron a arrestarlo, sobre las 8.15 de este martes, según las fuentes. Estas han explicado que los arrestos se han demorado casi un mes debido a que los agentes han estado investigando y visionando los vídeos del salto para identificar a las personas que participaron directamente en las agresiones a los agentes.
El salto de la valla de aquel 26 de julio fue uno de los más masivos de todos los tiempos y fue ejecutado con una “violencia inusitada”, según fuentes policiales. Los migrantes rompieron el alambre de espino con una sierra radial, y se enfrentaron a los agentes con cubos de cal y botes de laca a modo de lanzallamas caseros. El lanzamiento de cal viva —pero también de ácidos, sangre y excrementos— se repitió en el salto del pasado día 23 de agosto, el último hasta ahora, en el que penetraron en la ciudad 116 inmigrantes. Entonces siete guardias y un número igual de subsaharianos resultaron heridos.
La intentona de penetración del perímetro fronterizo de julio llevó hasta las verjas, coronadas de alambre de espino y cuchillas, a unas 850 personas. Lograron entrar 602 de ellas, mientras otras 150 fueron repelidas. De los que entraron, 132 requirieron asistencia hospitalaria, con cortes producidos por las concertinas de la valla (cuya retirada es otra de las promesas de Sánchez). 11 de ellos precisaron atención hospitalaria, y dos fueron intervenidos por cortes profundos, según la Guardia Civil.
Un total de 22 agentes recibieron asistencia por contusiones de diversa consideración, además de quemaduras y problemas respiratorios provocados por la cal viva. Cinco guardias fueron trasladados al Hospital Universitario de Ceuta.
La detención se produce en la víspera de que el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, comparezca el miércoles en el Congreso para explicar los saltos a la valla fronteriza de Ceuta.