Dos aviones de la aerolínea irlandesa Ryanair corrieron el riesgo de colisionar durante sus respectivos vuelos cerca de Pamplona, en el norte de España a principios de este mes. Esa es la conclusión de un informe preliminar de la Comisión Española de Investigación de Accidentes e Incidentes de Aviación Civil, una organización independiente vinculada al Ministerio de Obras Públicas que está investigando las circunstancias del incidente.
Según el documento, este incidente “grave” tuvo lugar el 2 de octubre, cuando un avión Boeing 737-800 que viajaba desde Santiago a Palma de Mallorca y otro avión idéntico que se dirigía de Sevilla a Toulouse, se acercaron peligrosamente unos a otros 30 kilómetros de pamplona.
Una vez que las alarmas sonaron, la tripulación de vuelo corrigió sus cursos y los vuelos continuaron sin incidentes.
Los aviones estaban “en la frecuencia del centro de control de Madrid” cuando sonaban los sistemas de alerta anticolisión en ambos planos.
Según la comisión, los aviones estaban a una distancia de aproximadamente cuatro kilómetros horizontalmente, y separados a solo 122 metros verticalmente. Una vez que las alarmas sonaron, la tripulación de vuelo corrigió sus cursos y los vuelos continuaron sin incidentes.
El 14 de julio, un avión de Ryanair se vio obligado a realizar un aterrizaje de emergencia en Alemania después de perder presión durante el vuelo. El avión, que viajaba desde Dublín a la ciudad croata de Zadar, con 189 pasajeros a bordo, bajó de 12.000 metros de altitud a 3.000 metros.