La ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, ha estimado que 2018 concluirá con la visita de 81,2 millones de turistas extranjeros,un 0,8 % menos que el número de visitantes del año pasado.
Según el informe trimestral de Coyuntura, en el cuarto trimestre se espera la llegada de 15,3 millones de visitantes, un 2,2% menos que en el mismo periodo de 2017 (15,6 millones de turistas).
En cuanto al gasto, las previsiones adelantadas hoy por la ministra reflejan que el año se cerrará con 89.440 millones de euros desembolsados por los turistas internacionales, lo que supone un 2,8 % más que en 2017, informa Efe.
Un 5% menos en Cataluña
El Gobierno ha reconocido hoy que entre enero y agosto Cataluña perdió un 5% de turistas internaciones. “No podemos negar que la inestabilidad política es un motivo para que vengan menos turistas internacionales”, ha explicado esta mañana la ministra de Turismo, Reyes Maroto.
“Hemos intensificado las acciones promocionales”, ha comentado en relación a las 196 actuaciones en materia de dar a conocer playas, rutas y gastronomía más allá de nuestras fronteras.
Recuperar las relaciones institucionales es el objetivo del Ejecutivo. “Me he reunido en varias ocasiones con el sector en Cataluña, que está muy fuerte, con el objetivo de recuperar la normalidad”, ha dicho Maroto al resaltar la importancia de esa región que sigue concentrando el mayor número de llegadas con el 23,4% sobre el global.
En el conjunto de España, este otoño no será igual de bueno para el turismo en España en cuanto al número de visitantes extranjeros pero si en cuanto al gasto. España conservará los 81 millones de visitantes en 2018. “Estamos en una estabilización del flujo de llegadas en toda España, no solo en Cataluña”, ha confirmado la ministra.
Concretamente el conjunto de nuestro paus perderá un 0,8% de llegadas (700.000 visitantes) al quedarse en 81,2 millones frente a los 81,9 millones de 2017. Pero las estimaciones del Ministerio de Turismo apuntan a un crecimiento del gasto del 2,8%, lo que redunda en la línea de la “estrategia de calidad” en la que Maroto centra el reto del sector.