El juez del caso Tándem, la presunta red de tráfico de información pilotada por el comisario jubilado José Villarejo, dictará “en breve” un auto sobre la pieza secreta Carol, que indaga el contenido de los audios registrados en Londres en 2015 por el expolicía a Corinna zu Sayn-Wittgenstein, antigua amiga del rey Juan Carlos. La Fiscalía Anticorrupción ha solicitado este viernes al juez el sobreseimiento provisional de esta pieza separada al entender que no hay suficientes indicios para iniciar una investigación contra el Rey emérito. “No resulta suficiente para una investigación penal”, indica el ministerio público en un comunicado.
Por otra parte, la resolución del juez instructor marcará un “punto y final” en las pesquisas. Los supuestos delitos que pudieran atribuirse a Juan Carlos I se habrían cometido antes de junio de 2014, cuando el que fuera jefe de Estado gozaba de inviolabilidad. Esta circunstancia es trascendental para decidir la posible exclusión del Rey emérito de la causa, según fuentes judiciales consultadas por EL PAÍS. El magistrado de la Audiencia Nacional Diego de Egea está analizando los requisitos para perseguir crímenes en transacciones internacionales, antes de tomar su decisión. Los audios captados a Corinna zu Sayn-Wittgenstein aludían a un supuesto cohecho (soborno) en la construcción del AVE a La Meca. Una obra de más de 7.000 millones de euros que recayó en 2011 en un consorcio de una decena de firmas españolas lideradas por OHL.
La ley establece la necesidad de la presentación de una querella criminal de los agraviados —los supuestos intermediarios de la obra y el rey de Arabia Saudí— o de la propia fiscalía para iniciar una investigación. Una circunstancia “improbable”, según las mismas fuentes. El fallo judicial abordará previsiblemente solo el papel que desempeñó Villarejo en el caso. Y el encargo que, durante la reunión de Londres de 2015 con la amiga de Juan Carlos I, recibió de la consultora para ayudar a un político británico que tenía problemas con Hacienda en España.
El excomisario permanece desde el pasado noviembre en prisión preventiva por los delitos de pertenencia a organización criminal, cohecho y blanqueo de capitales. Fuentes de la investigación y el Gobierno coinciden en atribuirle la filtración de los audios en el marco de una estrategia de presión para conseguir su libertad. Larsen denunció también en la grabación que fue utilizada por Juan Carlos I como testaferro y señaló a Álvaro de Orleans y Borbón, primo del anterior monarca, como titular de cuentas en Suiza. De Orleans ha negado “categóricamente” a EL PAÍS esta acusación. La consultora indicó que Juan Carlos I cobró comisiones por intermediar en la construcción del AVE a La Meca. La acusación apuntaría a los presuntos delitos de cohecho internacional y blanqueo de capitales.
El caso Tándem, que impulsa desde 2017 la Fiscalía Anticorrupción, acumula nueva munición en forma de grabaciones y vídeos. Se trata del material analizado por los agentes de Asuntos Internos de la Policía Nacional que fue incautado el pasado noviembre en la decena de domicilios de la red de Villarejo. Los nuevos documentos permitirán abrir nuevas líneas de investigación. Los agentes trabajan para descifrar más de 30 terabytes de información de los discos duros que manejaba el viejo comisario. Parte de la nueva información escrutada es “muy sensible” y afecta a la seguridad del Estado. El juez instructor se acogerá a la Ley de Secretos Oficiales para sacar este tipo de datos. El magistrado Diego de Egea ha archivado dos de las cinco piezas del caso Tándem, entre ellas las pesquisas que afectaban a un trabajo de Villarejo contratado por el bufete Herrero y Asociados.