El papa Francisco aceptó la renuncia del cardenal estadounidense Donald Wuerl, el cuestionado arzobispo de Washington, con lo que se pone fin a semanas de especulación y creciente molestia sobre el papel de Wuerl en dos casos de abuso sexual por parte del clero.
La oficina de prensa del Vaticano anunció la noticia este viernes.
Wuerl, quien cumple 78 años en noviembre, técnicamente presentó su renuncia al cumplir 75 años, como hacen todos los obispos y cardenales católicos. Pero a los cardenales usualmente se les permite seguir sirviendo hasta los 80 años.
Aunque Wuerl mantenía un perfil relativamente bajo en Washington, su renuncia representa la sorprendente caída de de uno de los líderes católicos más importantes del mundo.
Considerado un aliado clave del papa Francisco, Wuerl es parte del comité del Vaticano encargado de nombrar a los obispos en todo el mundo.
Pero luego de la publicación de un reporte de 900 páginas de un gran jurado en Pennsylvania y una carta de un ex alto funcionario vaticano que acusan a Wuerl de encubrir a su predecesor, el cardenal enfrentaba una creciente presión para renunciar.
Al arquidiócesis de Washington defendió vigorosamente a Wuerl, enviando detalladas explicaciones de sus acciones al clero de la zona y respondiendo a las acusaciones de que él fracasó en lidiar adecuadamente con los casos de sacerdotes pedófilos mientras era obispo de Pittsburgh.
Wuerl también también enfrentaba las acusaciones de un antiguo diplomático papal que afirmaba que él conocía las acusaciones contra su predecesor en Washington, el excardenal Theodore McCarrick, de que había abusado sexualmente de seminaristas.
En una carta publicada en agosto, el arzobispo Carlo Maria Vigano, exembajador del Vaticano en Estados Unidos, dijo que Wuerl era “muy consciente de los continuos abusos cometidos por el cardenal McCarrick y las sanciones que le impuso el papa Benedicto”.
La arquidiócesis de Washington rechazó las acusaciones de Vigano y dijo: “El cardenal Wuerl ha negado categóricamente que cualquiera de estas informaciones se le hayan comunicado a él. En ningún momento el arzobispo Vigano le entregó al cardenal Wuerl información sobre un supuesto documento del papa Benedicto XVI con indicaciones de cualquier tipo desde Roma en relación al arzobispo McCarrick”.
