En el Tribunal Constitucional han recibido con escepticismo el recurso presentado por los diputados independentistas catalanes contra la suspensión aprobada por la Mesa del Congreso. Algún magistrado lo califican incluso de “payasada”.
Tras la suspensión de Oriol Junqueras, Jordi Turull, Josep Rull y Jordi Sánchez del cargo de diputados por parte de la Mesa del Congreso, sus defensas preparan los recursos de amparo que presentarán ante el Tribunal Constitucional.
Los acusados en el juicio del 1-O elegidos parlamentarios en las elecciones generales consideran lesionado su derecho fundamental a la participación política.
Sin embargo, según ha sabido Confidencial Digital de fuentes judiciales, esta iniciativa ha sido recibida con cierta sorna en el Tribunal Constitucional. “Es una payasada”, han afirmado sin contemplaciones algunos magistrados.
Es más. Señalan a ECD que su actitud es “una simpleza de los independentistas, sin recorrido alguno, fruto de su obsesión con el victimismo”.
La suspensión del acuerdo de la Mesa
Las fuentes consultadas añaden que, aunque los acusados todavía no han presentado sus recursos, cuando lo hagan, será “muy difícil” admitirlos. Y más aún estimarlos.
La razón de dificultad es que en el TC tendría que ordenar una medida cautelar muy precisa: la suspensión del acuerdo de la Mesa del Congreso. Algo que estos magistrados descartan rotundamente.
Hay que recordar que la Mesa acordó suspender a Junqueras, Rull, Turull y Sánchez del cargo de diputados, con los votos de PSOE, PP y Ciudadanos, tras conocer el informe de los letrados de la Cámara.
Según los letrados, no tienen tal condición en virtud del artículo 384 bis de la ley de enjuiciamiento criminal, que ordena la suspensión del diputado que se encuentre en prisión provisional.
La decisión se adoptó después de que el Supremo advirtiera por dos veces a la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, de que debía ser la Mesa y no el Tribunal Supremo quien decidiera sobre la cuestión.
Jordi Sánchez en Zarzuela
Los jueces del TC consideran que Jordi Sánchez, designado por Junts per Catalunya para acudir al Palacio de la Zarzuela a la ronda de consultas con el rey, tendrá “muy complicado obtener el permiso”.
No sólo porque ha sido formalmente suspendido como diputado, sino también porque “es muy improbable” que el Supremo le autorice a presentarse ante Felipe VI.
Las fuentes del Constitucional consultadas por ECD explican: “es absurdo enviar a ver al rey, en ejercicio de una función pública, a un preso provisional, que tendría que ir a la Zarzuela custodiado por la Guardia Civil”.
Nunca un preso ha acudido a la ronda de consultas del Jefe del Estado para la formación de Gobierno. Sólo en una ocasión, Juan Carlos I accedió a recibir a Jon Idígoras, de HB, por “imperativo legal”. El hecho tuvo lugar en 1993 y se trataba de la primera vez que un dirigente abertzale pisaba la Zarzuela.
