El centro tecnológico AINIA y el Centro para el Desarrollo e Innovación de la Bretaña francesa han colaborado en el desarrollo de un plan de acción que permitirá saber cuál es el mejor momento para la cosecha de calabaza con mayor precisión.
Para garantizar una mayor calidad y una vida útil más larga, los investigadores de AINIA han utilizado Data Analytics (Inteligencia Artificial aplicada al análisis de datos) para analizar datos sobre el cultivo y la conservación de calabazas de la variedad Red Kuri.
Según Walter Moncho, jefe de proyectos de TIC en AINIA, “hemos podido analizar los datos registrados en los campos de calabazas de la Bretaña francesa, obteniendo resultados que nos permitirán ofrecer un asesoramiento confiable sobre las mejores prácticas para la cosecha. Esto lo hará. ayudar a minimizar las pérdidas de calidad y maximizar los rendimientos “.
Hasta ahora, los productores solo tenían su experiencia en la que basarse para la toma de decisiones, lo que hacía difícil planificar la siembra de una manera objetiva y realizar la cosecha de una manera que se ajustara a la demanda. Sin embargo, gracias a la tecnología Data Analytics, el programa de recolección se puede planificar con mayor precisión, obteniendo calabazas en su punto óptimo de madurez. De esta manera, los parámetros de calidad óptima (nivel de azúcar y firmeza) permanecen estables durante el mayor tiempo posible después de la cosecha.
AINIA ha aplicado una metodología específica de análisis de datos que consta de seis fases, en las que se establece la aplicación de las tecnologías de inteligencia artificial más apropiadas. Se tienen en cuenta varios aspectos para obtener la madurez deseada, como la relación entre el color del pedúnculo y los niveles de azúcar en el momento de la cosecha, la degradación de las características de calidad durante la preservación del cultivo y el impacto de la cosecha. Condiciones climatológicas en esta preservación.
“Este sistema abre la puerta a una nueva agricultura, con mayor productividad y eficiencia en la toma de decisiones. Gracias a los resultados obtenidos, los productores podrán mejorar su planificación y, con ello, sus ganancias. Las calabazas cultivadas también van a tienen una vida útil más larga, lo que hace posible satisfacer mejor la gran demanda del mercado “, dijo Walter Moncho.
Este proyecto ha sido desarrollado en el marco del proyecto europeo RUC-APS.