3 de noviembre de 2018: los gobiernos de España, Estados Unidos y Rusia condenaron enérgicamente el sábado el ataque terrorista del viernes contra los coptos cerca del Monasterio de San Samuel en la gobernación de Minya.
Al menos siete personas fueron anunciadas muertas y otras siete resultaron heridas después de que el autobús fuera atacado cerca del monasterio de San Samuel el Confesor.
La Embajada de España en El Cairo emitió un comunicado diciendo que el gobierno español extendió sus más sentidas condolencias a las autoridades y al pueblo egipcios, deseando que los heridos se recuperaran rápidamente.
España expresó su apoyo a Egipto en su lucha contra el terrorismo y los esfuerzos desplegados para defender la convivencia entre comunidades y religiones, agrega el comunicado.
La portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, Heather Nauert, condenó el ataque en una publicación en la página de Facebook de la Embajada de los Estados Unidos. “Nos mantenemos firmes en nuestro apoyo a los esfuerzos de Egipto para combatir el terrorismo y la violencia contra las comunidades religiosas”, informó la declaración.
También la Embajada de Rusia en Egipto condenó el ataque por su cuenta oficial de Twitter, la embajada expresó sus más profundas condolencias al pueblo egipcio y a las familias y familiares de las víctimas.
El viernes, el presidente Abdel Fatah al-Sisi telefoneó al Papa Twadros II de Alejandría para expresar sus condolencias, anunció la Iglesia ortodoxa en un comunicado.
Sisi, antes, lloró a las víctimas del ataque y describió a los perpetradores como “manos traidoras que buscan socavar el tejido cohesivo de la patria”.
También afirmó la determinación de la nación de continuar los esfuerzos para combatir el terrorismo y enjuiciar a los perpetradores.
El primer ministro, Mostafa Madbouly, ha seguido las consecuencias del incidente y ha pedido que se detenga a los autores y se los lleve a la justicia lo antes posible.
También se puso en contacto con los ministros de interior, salud y solidaridad social para dirigir la atención integral y el apoyo moral a las familias de las víctimas.