El anuncio de las elecciones generales el próximo 28 de abril obligó a Pedro Sánchez a disolver las Cortes el 5 de marzo.
Desde entonces, la jornada laboral de la Fiscalía General del Estado es mucho más relajada.
Y lo seguirá siendo hasta que se constituyan el Congreso y el Senado de la XIII legislatura.
Esta situación se repite con cada convocatoria de comicios generales, ya que a la Fiscalía General llegan las denuncias y querellas contra los aforados, entre los que se encuentran los diputados y senadores.
Con la disolución de las Cortes, han perdido su condición de parlamentarios, y por tanto, el aforamiento.
Lo que se ha traducido en menos carga de trabajo para el Ministerio Público, que llevan desde el 5 de marzo “muy tranquilos”.