Soraya Sáenz de Santamaría ha plantado a Pablo Casado en la primera reunión del grupo parlamentario del Congreso que convocaba el nuevo presidente del PP. Su ausencia no hace más que alimentar los rumores sobre su futuro en el partido y su permanencia en la vida política.
Todos los diputados del PP estaban citados a las 9.00 horas en la sala Ernest Lluch del Congreso para reunirse por primera vez en este formato con Casado y escuchar sus instrucciones de cara a la labor de oposición que ejercerá el PP en este nuevo curso político en el Parlamento, que estará marcado por los planes del Gobierno de Pedro Sánchez para consolidarse y las diferentes citas electorales (primero andaluzas y luego europeas, autonómicas y municipales). Sin embargo, Sáenz de Santamaría, la que fuera rival de Casado para liderar el PP, no se ha presentado a la reunión.
También ha sido sonada la ausencia de José Luis Ayllón, uno de los colaboradores más cercanos a la ex vicepresidenta del Gobierno. En cambio, Celia Villalobos ha acudido a la cita como una diputada más en medio de las informaciones sobre el fin de la colaboración de su marido, Pedro Arriola, uno de los más famosos asesores de Mariano Rajoy, con Génova tras 29 años de servicios. Villalobos, que fue apartada recientemente de la Diputación Permanente del Congreso, se sentó en la última fila de la sala y sola.
El plante de Sáenz de Santamaría ha provocado que se hayan disparado los rumores sobre su continuidad como diputada del PP, una vez que no ha conseguido forzar la integración de las personas de su equipo en la reconfiguración de las estructuras de poder en el PP en unas cuotas más amplias.
Quien sí ha estado, y sonriente, ha sido María Dolores de Cospedal, que también aspiró al liderazgo del PP en el reciente congreso. Tras quedarse fuera de la pugna en la primera vuelta, se alió con Casado y le ayudó a auparse presidente del PP con su notable influencia en el aparato. La ex secretaria general se ha sentado en un puesto destacado de la primera fila de la sala.