MADRID – Las ventas de vehículos eléctricos no han despegado en España a pesar de las medidas para restringir e incluso prohibir el uso de motores de gasolina o diesel en el centro de varias ciudades.
De acuerdo con los datos de ANIACAM, la Asociación Española de Importadores de Automóviles, 4.028 automóviles totalmente eléctricos y de autonomía extendida, vehículos comerciales ligeros, camiones ligeros y medianos, y autobuses pesados se registraron en España durante los primeros ocho meses de 2018. ha aumentado un 9,9% en comparación con 3,665 en el mismo periodo de 2017, pero es solo el 0,4% de las 978,050 matriculaciones de todos los tipos de vehículos.
Las principales razones de la baja demanda de EV son los altos precios y una red limitada de cargadores dedicados.
Los VE en España solo son asequibles a través de subvenciones gubernamentales. A pesar de la presión de los fabricantes de vehículos eléctricos sobre el gobierno para obtener ayuda financiera continua, los programas de subsidios se financian con cantidades reducidas de dinero que normalmente se agotan uno o dos días después de su lanzamiento.
Además, los subsidios considerables se destinan a vehículos para organizaciones oficiales o semioficiales que buscan una imagen “verde”.
Además, las tarifas mensuales de arrendamiento o alquiler son elevadas y los altos precios residuales de los VE de tres o cuatro años dificultan su venta hasta el punto de que España no tiene un mercado de EV de segunda mano.
En cuanto a la red de carga, hay unos 3.800 puntos públicos en España y Portugal, mientras que Alemania, por ejemplo, tiene 10.000. Los Países Bajos, Alemania, Francia y el Reino Unido tienen el 78% de los puntos de carga en Europa.
Tesla ha instalado 225 puntos de recarga, incluidos 25 supercargadores, en España y Portugal.
Dos empresas energéticas españolas, Endesa e Iberdrola, compiten para instalar nuevos puntos de recarga. Endesa desea instalar 4.300 estaciones, principalmente en centros comerciales, tiendas y restaurantes de comida rápida, pero no se ha publicado ningún calendario.
Iberdrola dice que planea instalar 200 puntos de carga antes de finales de 2019, con su primer socio, la cadena de estaciones de llenado Avia. Alrededor del 80% de esos puntos de carga será de 50 kWh de potencia, mientras que el resto será de 150 kWh e incluso de 350 kWh en algunos casos.
Pero al usar los cargadores de baja velocidad disponibles, la mayoría de la flota española actual de EV necesita de 8 a 10 horas para recargar el 80% de la batería, o su equivalente en el rango de 49-62 millas (80-100 km). Los cargadores rápidos son solo una solución parcial, ya que solo los EV más modernos podrán aprovecharlos, mientras que los EV más antiguos continuarán usando cargadores de baja velocidad.
Además, solo las grandes empresas como Endesa e Iberdrola pueden gestionar las complicadas regulaciones que regulan los puntos de carga y sus costos. La inversión promedio para un punto de carga de 50 kWh es de € 50,000 ($ 58,800).