La Unión Europea ha ofrecido a China vacunas contra la Covid 19 para ayudar a sus autoridades a contener un nuevo brote de la enfermedad, tras su decisión de acabar con las restricciones en todo su territorio.
La propuesta fue realizada en los últimos días por la delegación de los 27 en el pais asiático.
Pekín no responde a la oferta
“A la vista de la situación de Covid en China, la comisaria Kyriakides ha contactado con sus homólogos chinos para ofrecer la solidaridad y el apoyo de la Unión Europea, incluida la experiencia en sanidad pública, así como mediante donaciones de vacunas de la UE adaptadas a las variantes“, decía Tim McPhie, portavoz de la Comisión.
Pero Pekín no ha respondido aún a la iniciativa, según ha confirmado el ejecutivo europeo.
España, Italia y Francia ya ponen barreras
A los países miembros les preocupa que la falta de transparencia oculte nuevas variantes de covid. Algunos ya han establecido barreras de entrada para los viajeros procedentes de China.
Italia, Francia y España exigen pruebas con resultados negativos o certificados de vacunación.
Pero para que las medidas sean más efectivas, es imprescindible una mayor coordinación. Este martes y miércoles tienen lugar en Bruselas dos reuniones con representantes de los 27.
La falta de transparencia china
Una de las propuestas a debatir es el análisis de las aguas residuales de los aviones que vengan de China para saber si proporcionan nuevas pistas sobre cualquier variante potencialmente peligrosa. Una medida ya decidida por Bélgica.
También se estudia la necesidad de realización de tests antes de la salida de ese país.
“La razón de por qué proponemos en Europa secuenciar todo tipo de variantes que proceden de China es la transparencia relativa que este país muestra hoy en día“, explica Marc Van Ranst, director del laboratorio de virología clínica y epidemiológica del Instituto Rega. “No están enviando muchas secuencias a las bases de datos internacionales. No estamos seguros de que si surgiera una nueva variante la introducirían inmediatamente en la base de datos. Es algo horrible tener que pensar esto porque nos gusta creer que los colegas chinos son científicos íntegros. Pero en cierto momento en China, la ciencia se convierte en política”.
Aunque el profesor Van Ranst sugiere que la amenaza podría venir de otros lugares. Por ejemplo, de Estados Unidos, donde están surgiendo nuevas variantes.