Una polémica se desató a fines de marzo, por los dichos del embajador de Chile en Estados Unidos, Juan Gabriel Valdés (PS), quien durante la Cumbre SAFe en Washington DC, señaló que “queremos inversiones estadounidenses, canadienses y occidentales en Chile”.
En esa oportunidad, el diplomático expresó que “tenemos una excelente relación comercial con China, pero queremos alianzas estratégicas con países con los que compartimos valores”, sostuvo Valdés, quien también fue canciller durante el gobierno de Eduardo Frei Ruiz-Tagle (DC) y embajador ante la ONU y Argentina, bajo Ricardo Lagos (PPD), y en España, bajo Patricio Aylwin (DC).
Estas declaraciones se dieron también a semanas en que la jefa del Comando Sur de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos, generala Laura Richardson, aseveró que para Estados Unidos resultaba estratégico el ‘triángulo del litio’, conformado por las reservas existentes entre Chile, Bolivia y Argentina, países que concentran el 68% de las reservas del mineral.
Las palabras de Valdés fueron mal recibidas por diplomáticos chinos, por la creciente relación comercial en minería con el país asiático -SQM tiene a la china Tianqi Lithium Corp. como principal accionista- y gran parte del litio semiprocesado de Chile se envía a China, donde se transforma en productos químicos para baterías.
Según reportó en ese momento Ex-Ante, “de acuerdo con fuentes conocedoras de la diplomacia china, las declaraciones del embajador Valdés causaron malestar. En primer lugar, se trata del representante de Chile ante el mayor rival de China: Estados Unidos. Segundo, es un ex canciller, por lo que sus opiniones tienen mayor impacto. Y tercero, no se comprenden como una salida de libreto, sino como una manifestación de principios de la política exterior chilena”.
El mismo medio entrevistó al embajador chino en Chile, Niu Qingbao, quien manifestó su “sorpresa” por las declaraciones de Valdés que apuntaron a que en la futura extracción de minerales como el litio hay socios estratégicos como Estados Unidos que entran en una categoría diferente a la de simplemente los “socios comerciales”, como China.
Inversión china en minería chilena
Tianqi Lithium es una de las empresas chinas con mayor presencia en la minería chilena. En 2018 adquirió el 24% de SQM en US$ 4.100 millones, y recientemente manifestó su intención de invertir en Chile más allá de su posición en la minera no metálica.
Así lo informó a fines de febrero Diario Financiero, donde en entrevista con la sede central de la compañía estos expresaron que “si las condiciones lo permiten, Tianqi espera encontrar oportunidades de inversión en Chile y en toda la cadena de la industria de baterías de litio, tales como carbonato de litio, hidróxido de litio y litio metálico en el up-stream, materiales del cátodo en el mid-stream y baterías de litio en el down-stream”.
Las palabras del embajador Valdés fueron mal recibidas por diplomáticos chinos, por la creciente relación comercial en minería con el país asiático -SQM tiene a la china Tianqi Lithium Corp. como principal accionista- y gran parte del litio semiprocesado de Chile se envía a China, donde se transforma en productos químicos para baterías.
En SQM, donde el Grupo Pampa -ligado a Julio Ponce- ejerce el control, con el 26,07% de la propiedad, la compañía asiática posee el 23,75% de las acciones y tiene tres representantes en el directorio: la periodista china Dang Qi, el australiano Ashley Ozols y el chileno Antonio Schneider.
Otra presencia importante que ya proyecta su presencia en el país es la empresa china Contemporary Amperex Technology Co. Limited (CATL), el mayor fabricante de baterías de litio para automóviles del mundo.
Según informó Pulso a principios de abril, la compañía se reunió vía ley de lobby con Economía y Minería, acompañados por la ex senadora Lily Pérez (RN) y el ex jefe de la Secretaría de Comunicaciones del segundo gobierno de Michelle Bachelet, Carlos Correa, socio de Qualiz, agencia de comunicación estratégica y corporativa.
“CATL tiene una serie de plantas de producción de baterías, cuenta con operaciones en China, Australia, Europa y un laboratorio de tecnología en Alemania. Según la información de la compañía, tiene el 37% del mercado mundial de baterías de iones de litio y tiene una capitalización bursátil superior a los US$ 200 mil millones”, informó el medio.
El interés de la firma es alcanzar una alianza estratégica con el gobierno de Chile en el desarrollo de la nueva política del litio.
Así, en su presentación CATL expresó que “Chile es uno de los países con mayores recursos de litio y lidera en cuanto al aspecto de apertura comercial, en estabilidad económica y política comparado con sus vecinos. CATL junto con su filial Brunp como líder mundial en baterías de litio (y el mayor consumidor de litio), creemos que la cooperación con Chile traería sinergias inigualables que beneficia a ambas partes. La posibilidad de integrar el recurso que posee Chile junto con las cadenas de suministros globales que CATL ha establecido durante décadas generaría un nuevo rol de Chile en la cadena de valor global de la descarbonización”.
En Bolivia, donde las inversiones chinas (US $1.000 millones en una primera etapa) concentran la producción de los salares de Uyuni y Coipasa, entre 2024 y 2025 se estima que permitirá a CATL producir entre 45.000 y 100.000 toneladas de litio, el que va a plantas locales de manufactura de baterías para ser vendidas en China, o directamente a China.
A comienzos de febrero, otra destacada empresa china manifestó su intención de ingresar a suelo nacional. Se trata de Tsingshan South America, firma que aseguró que puede invertir, “para empezar”, unos US$ 2.000 millones y levantar un polo industrial, según conversó en entrevista con Diario Financiero.
Con ingresos por US$ 54 mil millones y más de 85.000 empleados en todo el mundo, Tsingshan está entre las quince compañías privadas más grandes de China. Según John Li, presidente de Tsingshan South America, la empresa china busca afanosamente invertir en Chile pero no sólo para extraer litio, sino para industrializarlo.
“Veo a Chile como el país que tiene las mayores ventajas competitivas para liderar la industria del litio en el mundo, y no sólo en la extracción de la materia prima. Chile, con su acceso al Pacífico, está estratégicamente ubicado en el mundo, tiene una sólida tradición minera, buenos profesionales, y cuenta con la mayor red de tratados de libre comercio”, dijo el empresario, agregando que “hay un futuro brillante para Chile y nuestras inversiones contribuirán a desbloquear el gran potencial de Chile, aportaremos toda nuestra experiencia y replicaremos en Chile toda nuestra cadena de valor agregado anclada en el desarrollo de tecnología del litio, no sólo en su extracción”.
La compañía ya invirtió con éxito en Argentina y según Li “en nuestra próxima etapa, estamos convencidos de hacer un gran aporte a Chile, integrando las operaciones en ambos países como parte del triángulo del litio”.
A fines del año pasado, BNamericas reportó que la empresa china de electromovilidad BYD podría invertir miles de millones de dólares en Chile para ayudar al país a construir una cadena de suministro de materiales para baterías.
Según informó el medio, “BYD, el mayor fabricante de vehículos eléctricos de China por ventas internas, no solo busca la luz verde de las autoridades chilenas para avanzar con una planta de cátodos de litio, sino que pretende invertir en un proyecto de explotación de litio nacional para asegurar el suministro”.
En esa línea, apuntaron que “se mantienen conversaciones asociadas con los sectores público y privado y hay disposición para desplegar capital, declaró Stella Li, vicepresidenta ejecutiva de BYD y presidenta para América de la compañía. BYD también opera en los sectores de almacenamiento de baterías, paneles solares y transporte ferroviario, y está muy implicada en el segmento de I+D”.
Li, presente en Chile para asistir a la inauguración de la primera concesionaria de autos eléctricos del país en Santiago, dijo que la inversión en la cadena de suministro podría aumentar. “La cifra puede ascender a miles de millones, pero en realidad depende de cómo el gobierno pueda acelerar el proceso”, señaló.
La empresa china Tsingshan South America, firma que aseguró que puede invertir, “para empezar”, unos US$ 2.000 millones y levantar un polo industrial.
En perspectiva histórica, aparecen otros actores que ya han realizado inversiones en el país. Entre ellos, por ejemplo, el acuerdo al que llegó Minmetals (China Minmetals Non-ferrous Metals Co. Ltd.) con Codelco en 2006. La estatal chilena formó una sociedad en 2006 en Bermuda, paraíso fiscal, para vender cobre a futuro y que terminó en 2016, aunque al año siguiente se anunció un acuerdo de colaboración estratégica entre ambas partes.
También la Minera San Fierro, filial de la compañía Hebei Wenfeng Industrial Group, cuyo controlador es el empresario chino Wenfeng Liu. La firma llegó a Chile en 2009 y tiene sus operaciones de su mina Oso Negro, ubicada 50 kilómetros al sur de Copiapó
En 2017 indicaban que su meta en el país era producir cerca de 100 mil toneladas de hierro mensuales y exportarlas a China, donde la matriz produce acero. “La inversión que ya hicimos en Chile, de cerca de US$ 80 millones, incluye mina Oso Negro y Puerto Desierto, ambos controlados por Minera San Fierro”, apuntaron.
Por su parte, en 2008 El grupo chino Tonglin anunciaba la inversión de US$ 25 millones en el desarrollo del proyecto de cobre Catania Verde, ubicado en Tierra Amarilla a 16 kilómetros de Copiapó, en la Región de Atacama.
La iniciativa, al mando de Abraham Weimin Hu, contempló la instalación y operación de una planta de beneficio de minerales oxidados de cobre, para producir -en una primera etapa- un total de 24.000 toneladas anuales de sulfato de este mineral y luego sumar otras 8.000 toneladas anuales de cátodos de cobre.
Fuente : Interferencia