El ministro de Minas y Energía de Brasil, Alexandre Silveira, defendió este martes, al margen de la Cumbre Amazónica, la explotación de petróleo en la desembocadura del río Amazonas, recalcando que el país necesita crecer para combatir las desigualdades que se viven.
“No se puede hacer la vista gorda frente a la desigualdad que existe en el país. Se necesita crecer para atender las necesidades del pueblo”, aseguró el ministro en declaraciones a la prensa.
Silveira se pronunció en el marco de la cumbre que se celebra en la ciudad brasileña de Belém, en la que participan los ocho países que conforman la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica (OTCA).
Las declaraciones del ministro se dieron en medio de la polémica que ha suscitado que el Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva defienda la exploración de crudo por parte de Petrobras en el mar frente a la desembocadura del Amazonas.
Uno de los más fuertes críticos es el presidente colombiano, Gustavo Petro, quien este martes reiteró su inconformidad por la explotación de energías fósiles, como carbón, petróleo y gas, en la Amazonía y envió mensajes velados a los gobernantes progresistas que la defienden.
“¿Es posible mantener una línea política de ese nivel? ¿Apostarle a la muerte y destruir la vida? ¿O deberíamos plantear otra cosa diferente que es lo que llamo sociedad descarbonizada?”, señaló durante su intervención.
Según el ministro Silveira, lo que se discute actualmente en Brasil es la investigación que quiere hacer la estatal Petrobras de una extensa área, “tal vez la última frontera de petróleo y gas antes de la consolidación de transición energética”.
Dicha frontera está ubicada en el denominado margen ecuatorial, como se conoce a la cuenca marina situada frente a la desembocadura del Amazonas, en el océano Atlántico, considerada una prometedora reserva de hidrocarburos, donde Guyana y Surinam ya descubrieron reservas con hasta 13.000 millones de barriles de crudo.
Petrobras estima que el horizonte de explotación en esa zona puede rendir 14.000 millones de barriles de petróleo.
A mediados de mayo, la principal autoridad ambiental del país negó el único permiso que le faltaba a Petrobras para explorar los yacimientos de crudo que se cree existen en el área, argumentando “inconsistencias preocupantes de alta vulnerabilidad socioambiental para la operación segura en la nueva frontera exploratoria”.
Según el Instituto Brasileño de Medio Ambiente (Ibama), la desembocadura del Amazonas es considerada una región de “extrema sensibilidad socioambiental” porque alberga reservas ambientales, territorios indígenas, manglares, arrecifes de coral, así como una variada diversidad marina con especies en peligro de extinción, como el delfín gris y el manatí.
Fuente: Swissinfo