Una tradición española de personas haciendo “blackface” (pintarse con maquillaje oscuro el rostro para parecer de otra raza, una acción racista) para representar a los Reyes Magos en desfiles en todo el país ha provocado indignación y solicitudes para poner fin a la controvertida práctica.
Los desfiles se celebran el 6 de enero en conmemoración de la llegada de los Reyes Magos a Belén para el nacimiento de Cristo. Tradicionalmente, la gente llena las calles e intercambia regalos para marcar el final de la temporada navideña en España.
Uno de los magos, Baltasar, a menudo es representado como un hombre negro o del Medio Oriente, según la tradición de la iglesia occidental.
En varios pueblos y ciudades españolas, incluidas Alcoy en Valencia e Igualada en Cataluña, los asistentes de Baltasar también se pintan la cara de negro durante los desfiles, una práctica que en inglés es como “blackface”.
Las críticas a esta controvertida práctica han aumentado en los últimos años, con pedidos de que se elimine el uso de la cara pintada de negro y que Baltasar sea interpretado por una persona negra.
(CNN) — Una tradición española de personas haciendo “blackface” (pintarse con maquillaje oscuro el rostro para parecer de otra raza, una acción racista) para representar a los Reyes Magos en desfiles en todo el país ha provocado indignación y solicitudes para poner fin a la controvertida práctica.
Los desfiles se celebran el 6 de enero en conmemoración de la llegada de los Reyes Magos a Belén para el nacimiento de Cristo. Tradicionalmente, la gente llena las calles e intercambia regalos para marcar el final de la temporada navideña en España.
Uno de los magos, Baltasar, a menudo es representado como un hombre negro o del Medio Oriente, según la tradición de la iglesia occidental.
En varios pueblos y ciudades españolas, incluidas Alcoy en Valencia e Igualada en Cataluña, los asistentes de Baltasar también se pintan la cara de negro durante los desfiles, una práctica que en inglés es como “blackface”.
Las críticas a esta controvertida práctica han aumentado en los últimos años, con pedidos de que se elimine el uso de la cara pintada de negro y que Baltasar sea interpretado por una persona negra.
Afrofeminas, un grupo antirracismo, quiere que la práctica sea abolida.
“No importa lo que creas que estás tratando de representar. No importa que creas que así es como haces felices a los niños. No importa si es una tradición. Si te pintas de un color que no es el tuyo, eso es racismo”, dijo Elvira Swartch Lorenzo, integrante del grupo, en un comunicado.
“El desfile ayuda a normalizar la esclavitud como algo inofensivo e intrascendente en el imaginario colectivo, lo cual es completamente falso”, dijo Lorenzo.
Afrofeminas argumenta que la vieja tradición perpetúa las injusticias modernas. Los “estereotipos deshumanizantes” difundidos por el “blackface” alimentan aún más los prejuicios contra las poblaciones migrantes en los lugares donde se realizan los desfiles, agrega el grupo.
TV3, un canal de televisión de Cataluña, le dijo a CNN que solo transmiten desde el desfile en Barcelona, donde no se usa el maquillaje facial negro.
“TV3 ha rechazado propuestas para retransmitir en directo algunas cabalgatas precisamente porque se hacía ‘blackface'”, dijo este jueves un vocero de la cadena.
Sin embargo, a pesar de las críticas, los preparativos para el desfile de este año, que se realizará este viernes, continúan. Los organizadores del evento en Igualada dijeron a CNN que en el desfile participarán “unos 1.000 voluntarios”.
“La participación para esta celebración está abierta a toda la población, sin ningún tipo de distinción o discriminación”, dijo el Comité Organizador de la Cabalgata de los Reyes de Igualada. Los voluntarios son “el reflejo de una ciudad abierta [e] inclusiva”, agregaron.
Los organizadores dijeron que “siempre somos respetuosos con las críticas”, y agregaron que “las críticas se analizan y pasan por un proceso interno de debates”.
Los organizadores dijeron que habían probado soluciones “que continúan incluyendo el lado histórico de la celebración, los voluntarios y los ciudadanos de la ciudad”. Sin embargo, no especificaron en qué consistían estas soluciones ni cómo pensaban responder a las críticas que enfrentó el desfile.
“Este año 2023, y como se viene haciendo desde 1899, el desfile de Igualada será majestuoso, y lo más importante, mágico”, añadieron los organizadores.
Jordi Martínez, teniente de alcalde de Alcoy, defendió la tradición. “Para los que se disfrazan es un honor, no algo degradante”, dijo al diario La Vanguardia.
Admitió que “con el tiempo habrá que tomar medidas” para reflejar las preocupaciones de quienes se oponen a la práctica, pero en última instancia, “el éxito del desfile es que lo hacemos lo más tradicional posible”.