La intención de Paraguay de no continuar negociando el Tratado de Libre Comercio con la Unión Europea tensiona al Mercosur. En diálogo con Sputnik, la analista uruguaya Nastasia Barceló aseguró que hay una descoordinación en la interna del bloque aunque valoró que es “improbable que una decisión unilateral impacte en la agenda interna”.
Nuevas tensiones se gestan entre los estados parte del Mercosur —Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay— luego de que el presidente paraguayo, Santiago Peña, revelara su intención de no continuar las negociaciones sobre el Tratado de Libre Comercio con la Unión Europea cuando asuma la presidencia pro tempore del grupo el próximo 6 de diciembre.
Hasta entonces, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, tiene plazo para lograr concluir el acuerdo, un compromiso que asumió en la última cumbre del Mercosur realizada en la ciudad de Puerto Iguazú en julio de 2023.
El compromiso del mandatario es ambicioso. Las negociaciones llevan más de 20 años en curso y recién en 2019 se firmó un primer acuerdo técnico del tratado. Desde entonces el acuerdo se encuentra estancado por causa de nuevas exigencias en materia ambiental impuestas por la Unión Europea.
“Nuevamente se imponen una serie de obstáculos para poder cerrar la negociación que parece una negociación sin fin. Más allá de que hay posibilidad de cerrar el acuerdo, no sé si puede llegar a ser este año porque hay muchos intereses contrapuestos”, dijo a Sputnik la experta en relaciones internacionales Nastasia Barceló.
Desde Brasil advierten que la imposición de estas cláusulas ambientales expone al país a sanciones económicas por posibles incumplimientos. En este contexto, en septiembre se realizó un encuentro entre funcionarios de alto rango de ambos bloques que culminó con la presentación de una contrapropuesta de Brasil para “anular esas cláusulas que son bastante perjudiciales”.
Las declaraciones de Peña llegan en medio de los intentos de Brasil —que ocupa la actual presidencia del bloque— de consolidar su liderazgo en la interna de la organización y llevar a término las negociaciones con Europa, pese a la falta de voluntad política que denuncian los estados partes sudamericanos.
Sin embargo, la postura de Peña aún genera ciertas incógnitas. “No sabemos si es una postura del Mercosur, si eso fue consensuado a nivel interno del bloque, si se negoció esa agenda”, apuntó Barceló.
Según consignó el diario El País de Uruguay, las declaraciones del mandatario paraguayo generaron sorpresa en tanto en el Gobierno como en la Cancillería uruguaya debido a que la postura del líder paraguayo se desconocía.
En Argentina, el canciller Santiago Cafiero aseguró que el Mercosur “está lejos de la obsolescencia que algunos mencionan y por lo tanto, el bloque sigue siendo la herramienta más importante de integración de Sudamérica y de la región”.
Para Barceló, no puede decirse que el Mercosur haya adoptado una postura más firme respecto al acuerdo si esa decisión solo es sostenida de forma unilateral por Paraguay. “Hasta ahora ha sido más firme la postura de la UE de no aceptar, de imponer cada vez estándares más altos y de vulnerar algunos temas internos de los Estados, sobre todo en el caso de Brasil”, valoró.
La experta consideró además que la revelación de esta postura de manera unilateral en medios de comunicación denota una “descoordinación a la interna del bloque” y puede tener ciertas consecuencias en las negociaciones en curso.
Barceló recordó que “todo pronunciamiento de un jefe de Estado, sea del país que sea, siempre impacta”. En este caso, lo hizo “no positivamente” ya que el ultimátum de Peña se da en un contexto en el que “ya desde Europa se ha demostrado que en todos estos años no se ha tenido prisa para cerrar un acuerdo”. En ese sentido, la analista remarcó que “en la diplomacia las palabras importan” y en este caso “una declaración sorpresiva puede llegar a afectar”.
A pesar de eso, consideró “improbable” que una decisión unilateral de Paraguay, por más que asuma la presidencia pro tempore, impacte en la agenda interna del bloque. Por el contrario, apuntó que la decisión de avanzar o no en las negociaciones con la UE debería tomarse en conjunto, tal como señalan los reglamentos del Mercosur.
Para Barceló, lo que sí podría “impactar muchísimo” en la interna del Mercosur es la coyuntura política argentina, que cambiará de presidente el 10 de diciembre, pocos días después de la fecha marcada por Peña como límite para avanzar con la UE. Según la especialista, una victoria del candidato libertario Javier Milei o incluso de Patricia Bullrich podría marcar un “escenario de quiebre” para el bloque.
Fuente: Sputnik