La Policía Nacional detiene en Campos a un hombre ceutí por amenazas terroristas. A principios de año viajó a Egipto para intentar llegar hasta Sudán.
Llevaba medio año siendo monitorizado por los servicios de información de la Policía Nacional. Natural de Ceuta y con DNI español, el hombre de 52 años detenido ayer en un tranquilo pueblo del sur de Mallorca por presuntas amenazas terroristas y adoctrinamiento había despertado recientemente las alarmas entre los investigadores por la radicalización de su actividad en las redes sociales.
Había llegado a verter amenazas en la web dirigidas contra policías, políticos y funcionarios públicos. Genéricas pero alarmantes. Manejaba varios perfiles en Internet y se presentaba a sí mismo como yihadista, muyahidín y sicario de Alá. Difundía material pro Daesh. Incluso se investiga la presunta difusión de instrucciones rudimentarias sobre cómo realizar apuñalamientos.
Según fuentes policiales, en el momento de su arresto se le incautó un arma blanca, que siempre portaba.
El acusado, que ha sido encarcelado de forma preventiva e incomunicada por orden de la Audiencia Nacional, estaba residiendo en Barcelona antes de trasladarse de forma repentina a Mallorca en ferry.
No tenía domicilio fijo en España y había estado viviendo en varias provincias. A principios de año viajó a Egipto, donde fue detenido por las autoridades policiales de este país cuando detectaron que pretendía viajar a Sudán. Entonces fue expulsado y repatriado a España.
Los agentes policiales lo tenían fichado y llevaban tiempo rastreando su actividad en redes y foros radicales.
ESCALADA DE RADICALIZACIÓN
Al comprobar que se trasladaba a la isla sin tener vínculos personales ni arraigo y al haber comprobado en las últimas fechas una escalada en la radicalización de sus comentarios, que tenían como destinatarios a numerosos seguidores, procedieron a activar su detención. En las últimas fechas había instado directamente a cometer un atentado contra policías.
Para ello se puso en marcha un dispositivo relámpago para el que se trasladaron a la isla una veintena de agentes especializados procedentes de la península.
El hombre había estado durmiendo en Palma sin domicilio fijo, lo que aumentó las sospechas de los investigadores. Finalmente, se trasladó a la localidad de Campos (10.000 habitantes), donde aparentemente tampoco tenía ninguna vinculación, para buscar un trabajo en una obra. Se dirigió a una empresa para pedir trabajo y aseguró al responsable que está capacitado para manejar una grúa.
Ya en el pueblo, llegó a pernoctar en un almacén de una empresa constructora. Allí, en un pequeño local de la calle Jaume II, fue detenido el jueves por la noche ante la estupefacción y la alarma de los vecinos.
El hombre, que había tenido problemas en algunas mezquitas españolas por el tono de sus comentarios, está acusado de un presunto delito de amenazas terroristas y auto adoctrinamiento. Ante la Policía se negó a declarar.
Aunque no han trascendido más detalles de la operación, que se lleva bajo el máximo hermetismo, fuentes policiales llaman a la calma al asegurar que no se tiene constancia de que contase con una red de apoyo sino que es el único sospechoso. Se actuó de forma expeditiva ante el temor de que se pueda tratar de un lobo solitario.
Su actitud y sus comentarios de los últimos días, algunos de ellos grabados en lugares públicos, precipitaron el arresto ante el temor de que pudiera cometer alguna acción violenta.
“El pueblo está en shock, somos una localidad pequeña y tranquila y estas cosas no pasan”, ha manifestado la alcaldesa de Campos, Francisca Porquer, quien igualmente ha querido tranquilizar a sus vecinos tras reunirse con la Policía.
Fuentes: El Mundo
