Las lluvias registradas este mes permitieron poner fin a la peor sequía en la historia de Uruguay, que se extendió durante tres años y generó una crisis que impactó en la calidad del agua potable, señaló hoy miércoles el meteorólogo Mario Bidegain.
En entrevista con Xinhua, el experto señaló que las precipitaciones en el sur “fueron muy abundantes” y algunas estaciones pluviométricas reportaron niveles elevados como 150 milímetros acumulados en solo dos días.
El mes de agosto terminará “con lluvias que pueden estar incluso por encima de los valores climáticos de referencia”, pronosticó el también asesor del Instituto Uruguayo de Meteorología (Inumet).
“Vamos a tener exceso pluviométrico por primera vez en muchos meses (…) La sequía en el sur se extendía prácticamente desde comienzos del 2020. Son prácticamente tres años y medio de sequía provocada por un déficit muy importante de precipitaciones”, evaluó Bidegain.
Recordó que en julio ya se habían verificado “precipitaciones importantes” y “los contenidos de humedad en los suelos se han normalizado”.
“Hoy en día tenemos suelos que están saturados, que no pueden contener más humedad y, por lo tanto, todo lo que precipite de aquí en adelante va a escurrir y va a engrosar los caudales de arroyos, ríos y llenar los embalses”, aseguró.
La estatal Obras Sanitarias del Estado, responsable del abastecimiento de agua potable en todo el país, elevó en mayo los niveles de sodio y cloruro en el agua potabilizada que llega a las casas ante la necesidad de tomar reservas más cercanas al salinizado río de la Plata.
Además, el embalse de Paso Severino alcanzó un mínimo en julio que puso en riesgo el suministro de agua potable para Montevideo y el área metropolitana, que concentra la mitad de la población uruguaya.
Ante ese escenario, el gobierno declaró el 19 de junio la “emergencia hídrica” para Montevideo y el área metropolitana y exoneró de impuestos al agua embotellada (cuyo consumo se disparó), decreto que quedará sin efecto en los próximos días.
Sobre las perspectivas para los próximos meses, Bidegain explicó que se espera una primavera lluviosa.
Comenzó a desarrollarse la fase cálida de El Niño y “normalmente cuando ocurre este tipo de fenómeno en nuestra región tenemos una primavera con lluvias por encima de los valores normales, con exceso pluviométrico”, dijo.
“Por lo tanto, aumentan notoriamente los riesgos de sufrir inundaciones repentinas”, advirtió el también máster en Ciencias de la Atmósfera y especialista en Clima y Cambio Climático.
Agregó que “este evento no solo nos va a acompañar durante la primavera, probablemente se extienda. Así lo dicen los modelos climáticos durante el verano e incluso durante el próximo otoño de 2024”.
Según el Inumet, recordó el experto, “ha sido el evento de sequía más importante desde que tenemos registros pluviométricos”, que comienzan en 1901.
Fuente: Xinhua Espanol