La publicación de los últimos datos de inflación en Brasil ha espoleado a la bolsa del país latinoamericano. El Índice Bovespa se disparó en la sesión del martes más de un 4% tras conocerse que el crecimiento del IPC del mes de marzo había tocado el 4,65%, su nivel más bajo desde enero de 2021.
El selectivo sudamericano se revalorice ya más de un 8% desde los mínimos del año que marcó el pasado mes de marzo y consigue así, reducir las pérdidas anuales que registra en 2023, que ya se quedan en las inmediaciones del 3%.
Los precios en Brasil llevan nueve meses retrocediendo y se encuentran ya en niveles que no se veían desde el mes de enero de 2021, es decir, hace ya casi 30 meses. Aunque eso sí, algunos expertos alertan de que la desinflación en Brasil se beneficia también de una exención temporal sobre los impuestos de los combustibles que expira este mes.
En este sentido, el impacto de la desaceleración del IPC también tuvo reflejo en el comportamiento de la divisa del país, el real, que se revalorizó frente a sus principales cruces y que ya cotiza en su nivel más alto desde junio de 2022 frente al dólar estadounidense.
“Los principales catalizadores de la subida del 1,20% del real fueron los datos de inflación de marzo, más fríos de lo esperado, que no sólo aumentaron el carry trade positivo de la divisa brasileña, sino que también podrían desempeñar un papel importante a la hora de aliviar las tensiones entre el Gobierno, a favor de tipos de interés más bajos, y el Banco Central de Brasil, que mantiene su posición agresiva”, explican desde Monex. Y es que, la entidad central ha mantenido los tipos de interés estables en el 13,75% durante las últimas cinco reuniones en respuesta a las perspectivas inflacionarias para el país y eso se ha reflejado en una divisa que se revaloriza más de un 5% en lo que va de ejercicio frente al dólar.
Eso sí, a la espera de conocer más detalles sobre el plan fiscal, que está por fin previsto para presentarse la próxima semana, “lo cierto es que prevemos que, al menos hasta entonces, el par se mantenga sesgado a la baja dada la tendencia desinflacionista que estamos viendo en el país”, concluyen desde Monex. En este contexto, la economía del país deberá lidiar con estas discrepancias entre Gobierno y Banco Central para retomar la senda del crecimiento, que los analistas esperan que recupere en 2024, año para el que se estima, por fin, un crecimiento de su PIB hasta el 1,7% tras el varapalo proyectado para 2023, 0,9%.
Fuente : el Economista